miércoles, 20 de marzo de 2013

El Experimento Tuskegee


Tuskegee, Alabama. E.U. 1932-1972.

“El gobierno de los Estados Unidos hizo algo incorrecto –profunda y moralmente incorrecto. Fue una atrocidad hacia nuestro compromiso con la integridad y la igualdad para todos nuestros ciudadanos… claramente racista.”

- Disculpa del Presidente Clinton a los 8 sobrevivientes del Experimento Tuskegee, Mayo 16, 1997 -

El Estudio de la Sífilis de Tuskegee (1932-1972), también conocido como el estudio de la Sífilis del Servicio de Salud Pública, fue un estudio clínico conducido alrededor de Tuskegee Alabama en donde 399 afroamericanos ), pobres – y casi analfabetos – participaron en un estudio dirigido a la descripción de la historia natural de la sífilis. Este estudio se volvió notorio porque fue conducido sin el debido respeto a los sujetos de experimentación, y condujo a grandes cambios en la manera en que los pacientes debían ser protegidos en estudios clínicos.

Tratamiento Negado
Para 1947, la penicilina se había convertido en el tratamiento estándar para la sífilis. Antes de su descubrimiento, la sífilis frecuentemente conducía al desarrollo de una enfermedad multisistémica, crónica, dolorosa y fatal.
En lugar de tratar a los sujetos sifilíticos con penicilina y cancelar el estudio, los científicos de Tuskegee se negaron a usar penicilina o a proporcionar información sobre la misma, con el objetivo de continuar el estudio acerca de cómo la enfermedad progresa y mata al paciente.

El Estudio
El experimento comenzó originalmente como un estudio de la incidencia de la sífilis en la población del Condado Macon. Los sujetos serían estudiados por un periodo de seis a ocho meses, y después tratados con tratamientos contemporáneos (Incluyendo el salvarsan, ungüentos de mercurio y bismuto) que eran medianamente efectivos pero muy tóxicos.
El grupo de estudio fue formado como parte de la sección para enfermedades venéreas del servicio de salud publica de los Estados Unidos (PHS). Su propósito inicial era seguir el proceso natural de la sífilis sin tratamiento alguno, en un grupo de hombres negros por 6 a 8 meses. Mas tarde, se accedió a la implementación de prácticas engañosas sugeridas por otros miembros del estudio.

El engaño
Las consideraciones éticas, pobres desde un principio, comenzaron a deteriorarse rápidamente. Tomando un ejemplo, a mitad del estudio, como un medio de asegurarse que los hombres accedieran a realizarse un potencialmente peligroso procedimiento diagnóstico (No terapéutico) como es la punción lumbar, los médicos le mandaron a los pacientes 400 cartas tituladas “Última oportunidad para recibir tratamiento gratuito especial”. El estudio también requería que se le realizara una autopsia a todos los sujetos después de su muerte –aún cuando los participantes nunca fueron informados de este requisito. El tratamiento para los pacientes fue intencionalmente negado. A muchos se les mintió y recibieron tratamientos placebo con el objetivo de observar la progresión fatal de la enfermedad.

Supervivencia
Para el final del estudio, solo 74 de los sujetos de experimentación continuaban con vida. 28 de los hombres habían muerto directamente a causa de la sífilis, 100 murieron por complicaciones derivadas de ella, 40 de sus esposas fueron infectadas, y 19 niños nacieron aquejados de sífilis congénita.

Desenlace
En 1966, Peter Buxtun, un investigador del PHS en San Francisco, mandó una carta al director de la División de enfermedades venéreas para expresarle sus preocupaciones acerca de la moralidad del experimento. El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) reafirmó la necesidad de continuar con el estudio hasta su terminación (hasta que los sujetos murieran y pudieran realizarse las autopsias correspondientes).

Algunos estudios sociológicos han mostrado que el Estudio de la Sífilis de Tuskegee ha predispuesto a muchos afroamericanos a desconfiar de las autoridades médicas. El estudio por sí mismo, es un factor significativo en la baja participación de afroamericanos en estudios clínicos y en programas de donación de órganos. Nadie podría culparlos.

Derechos Humanos
El impacto de este estudio condujo directamente al establecimiento de la Comisión Nacional para la Protección de los Sujetos Humanos en Investigación Biomédica y Conductual (National Commission for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research) y la creación del Acta Nacional de Investigación (National Research Act). Este hecho requiere la creación de Consejos Institucionales de Revisión (Institutional Review Boards, IRBs) en los centros subvencionados con fondos públicos.

Los tres principios éticos fundamentales para usar sujetos humanos en la investigación son: 
·         Respeto a las personas: protegiendo la autonomía de todas las personas y tratándolas con cortesía, respeto y teniendo en cuenta el consentimiento informado.
·         Beneficencia: maximizar los beneficios para el proyecto de investigación mientras se minimizan los riesgos para los sujetos de la investigación, y
·         Justicia: usar procedimientos razonables, no explotadores y bien considerados para asegurarse que se administran correctamente (en términos de costo-beneficio).
·         Hoy, el informe Belmont continúa siendo una referencia esencial para que los investigadores y grupos que trabajan con sujetos humanos en investigación, se aseguren que los proyectos cumplen con las regulaciones éticas.

El escándalo del experimento Tuskegee sirvió para que el Departamento de Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos revisara y ampliara las regulaciones para proteger a los sujetos humanos a finales de la década de los '70 y principios de los '80. En 1978, la Comisión publicó el documento "Principios éticos y pautas para la protección de los seres humanos en la investigación". Fue llamado Informe Belmont, por el Centro de Conferencias Belmont, donde la Comisión Nacional se reunió para elaborar el primer informe. El Informe Belmont explica y unifica los principios éticos básicos de diferentes informes de la Comisión Nacional y las regulaciones que incorporan sus recomendaciones.